lunes, 28 de febrero de 2011

El zumo de la naranja.

 Son esos días para recordar, esos que son inolvidables y que deseas guardar para siempre en tu memoria. Por el momento son para siempre, quién sabe si lo serán, pero en esos instantes son para siempre.
 Sin embargo te despiertas y piensas que todo ha sido un sueño, que no es real. Un vago recuerdo deambula por tu mente, lo ves borroso y con poca claridad, pero tienes datos que afirman tus sospechas. Efectivamente pasó. Fotos, recuerdos, sonrisas... gracias a ellos los recuerdamos. Son días mágicos, deseas que no terminen nunca y que se prolonguen lo máximo posible, pero terminan. Los rayos de sol van desapareciendo y van entrando las estrellas, y la oscuridad invade la noche, quedan horas, puede que minutos para que termine. Esos momentos quedarán guardados en la mente, bajo llave, pero tendremos la libertad de buscarlos cuando queramos. Tan solo con rebuscar un poquito los encontraremos y podremos disfrutarlos otra vez, con un cierto sabor agridulce pero que conseguirá sacarnos una sonrisa.
 Los mejores momentos pasan en un abrir y cerrar de ojos, y cuando nos damos cuenta ya han terminado. Un consejo, exprímanle todo el zumo posible. (:
Laura :)

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