miércoles, 16 de marzo de 2011

Hakuna matata.

[...] Lo más facil es, saber decir, Hakuna matata... :)
  Canturreaba sigilosamente mientras esperaba al próximo metro. Hacía frío y solo deseaba llegar lo antes posible a casa para calzarse las zapatillas y hundirse en el sofá sosteniendo una gran taza de chocolate en la mano. Un duro día de trabajo. Mientras tanto, observaba a unos niños que descendían las escaleras con una sonrisa de oreja a oreja, llevaban un juguete nuevo. La niña llevaba una corona de princesa y caminaba con una simpatía que la hizo reir ¡cuánto le recordaba a ella misma! Instintivamente comenzó a recordar como, años atrás, había sido ella la que cruzaba el andén con una muñeca nueva, recordaba perfectamente esos momentos. Recordar le dibujó una gran sonrisa en la cara, había olvidado que de pequeña era princesa y que tuvo la infancia más dulce que se puede desear. De repente algo hizo que esos recuerdos se esfumaran. Bajó la vista y se encontró con que la hermosa niña de la muñeca, la observaba con una mirada inocente y llena de felicidad.  Le tendió la mano y le señaló que su metro ya había llegado. Rápidamente se agachó y le fundió un beso en la mejilla al mismo tiempo que la abrazó, esa niña desconocida había instalado ternura en ella y había hecho aparecer sentimientos que mantenía ocultos desde hacía muchos años, algunos que no había vuelto a sentir desde que era una cría.
Nunca es tarde para volver a ser niña y revivir breves instantes que nos sacan una sonrisa.
No está mal sentirse niña de nuevo, ¿ no creéis?
Laura :)                                                                                                                                         

2 comentarios:

  1. Asiii!! se hablaa!!
    jajaj sabes que yo apoyo muchiismo esa ideaa!
    tequieroo mi coo! (LL)
    me encantaa!

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  2. graaaacias (L) yo te quiero más!! :)

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